jueves, 31 de mayo de 2007

Calamares a la sidra

Ingredientes:

1 kg de calamar
5 dientes de ajo
1 ramillete de perejil
2 rebanadas de pan tostado
Pimienta
Sal
Pimentón picante
Coriandro
1 l. de sidra dulce
100 gr de mantequilla
1 cucharada sopera de aceite de oliva

Preparación:

Corta los calamares en trozos de 1 ó 2 cm. Funde la mantequilla y añade la cucharada de aceite de oliva. Echa los calamares y dóralos a fuego vivo, después añade el pimentón y los granos de coriandro. Remuévelo durante un par de minutos. Añade los dientes de ajo cortados groseramente y después añade la mitad de la botella de sidra. Déjalo hervir durante 30 minutos, los calamares deberán tomar un color dorado. Añade el perejil finamente picado, las dos rebanadas de pan desmigadas groseramente, sal y abundante pimienta. Añade el resto de la sidra y revuelve mientras hierve a fin de deshacer el pan. Déjalo cocer durante 1h 30m de manera que la salsa espese. Pruébalo y rectifica de sal y pimienta. Continúa la cocción a fuego muy lento con el puchero tapado. Destápalo 5 minutos antes de servir.

martes, 29 de mayo de 2007

Huevo frito al Parmeggiano

Ingredientes
1Huevo fresco de gallina
1 decilitro de Caldo de gallina
15 gramos de Coppa Piacentina
4o gramos de Parmigiano-Reggiano
Unas gotas de Aceite tartufo bianco
Sal Maldón y unas gotas de
Aceite balsámico Módena

Proceso
Separar la clara de la yema. Poner la yema en un vaso de cristal pequeño previamente untado en aceite. Ferir la clara en aceite de oliva hasta conseguir "puntilla" en su perímetro. Retirar y cortarla a cubos pequeños. Reducir en una sartén el caldo y la mantequilla junto con la clara frita y cortada. Agregar al final la coppa piacentina picada.

ACABADO Y PRESENTACIÓN
Servir en un plato apropiado la clara. Cubrir con el parmagiano-reggiano rallado al momento (preferiblemente con un microrallador).
Calentar la yema ocho segundos en el microondas en posición descongelación y disponerla en el centro del plato. Poner Sal Maldón y aceite de tartufo sobre la yema y gotas de aceto balsamico tradizionale di Modena sobre el parmagiano-reggiano

jueves, 24 de mayo de 2007

El caqui: Una fruta exótica

La innovación gastronómica que están llevando a cabo prestigiosos restauradores está permitiendo conocer nuevos sabores y texturas. Productos que la cocina tradicional no contemplaba, han llegado a muchos paladares deseosos de novedosas experiencias. Sin duda, las frutas exóticas, como por ejemplo el caqui, están jugando un papel fundamental en esta carrera hacia recetas más atrevidas.

El caqui es uno de esos alimentos que están protagonizando nuevas recetas. Al natural o en crema, ofrece un dulce y jugoso sabor. Sus propiedades nutritivas convierten está fruta en un buen aliado para la salud. Descúbrela y atrévete a experimentar con ella en tu propia cocina.

Procedencia e historia
Esta fruta, también conocida por el nombre de 'palo santo', es originaria de China y Japón, lugares en los que se cultiva desde el siglo VIII y cuyo uso se limitaba a la decoración durante la celebración del Año Nuevo. La especie China se conoce como D. Kaki, mientras que la nipona es la D. Lotus. Existe una tercera variedad, la americana o D. Virginiana.

Fue en siglo XIX cuando el caqui llegó a Europa. Los primeros estados que lo conocieron fueron los mediterráneos, principalmente Francia. En nuestro país, esta fruta no ha alcanzado popularidad hasta hace unos años. En 1998 se reconoció la producción que se lleva a cabo en la Comunidad Valenciana con la Denominación de Origen Protegida otorgada por el M.A.P.A.

Reconocer el caqui
El color de la fina piel de esta baya rectangular depende de la especie ante la que nos encontremos. La variedad China presenta, una vez madura, tonalidades rojas, naranjas o amarillas, debido a su contenido de carotenos. Por su semejanza, el matiz parduzco que presenta en ocasiones, le ha dado nombre al color de las prendas militares que se utilizan en tareas de camuflaje. Su tamaño es similar al del tomate común.

El caqui duro presenta una consistencia firme y madura. Sus tonalidades son brillantes y su piel tersa. Por el contrario, el caqui blando es más pequeño, además de suave y con una textura más gelatinosa.

Nutritivo y saludable
Esta fruta, como muchas otras, contiene gran cantidad de vitaminas. La provitamina A, que el organismo transformará, es una de las causantes de su color anaranjado. También es importante el aporte de vitamina B1 y B2 que favorece el correcto funcionamiento del sistema nervioso. Pero lo más destacable desde el punto de vista nutritivo es la cantidad de vitamina C, 100 gr. del fruto nos aportarán 130 mg.

Frente a un elevado aporte de azúcares, el caqui posee mínimas partes de proteínas y grasas. Su piel, además, posee sustancias antioxidantes, como el tanino, y fibras dietéticas. Su alto contenido de agua, lo hace ideal para purificar y renovar el cuerpo. Fósforo, hierro y calcio son los minerales que conseguiremos para nuestro organismo si lo ingerimos.

Gracias a todos estos elementos, sobre todo la vitamina C, los riesgos de padecer cáncer de pulmón y enfermedades cardiovasculares disminuyen. Si se sufre retención de líquidos es también un alimento muy recomendado para obtener una notable mejoría.

Poder astringente
Tomar caquis que no han madurado y muestran color verde puede resultar muy astringente. En cambio, una vez que el fruto posee tonos rojos o anaranjados será el momento para disfrutar de su sabor sin consecuencias.

Esto se debe a que durante el tiempo que permanece en la planta, y debido a la polimerización con etanol desprendido por las semillas durante la maduración, la cantidad de taninos de la pulpa disminuye.

'Palo Santo' en la cocina
La versatilidad de la fruta en la gastronomía ha permitido elaborar platos tradicionales aportándoles nuevos sabores y texturas. El caqui puede tomarse como postre: será tan sencillo como cortarlo por la mitad y comerlo con cucharilla. Pero además, su crema, elaborada con azúcar y fruto machacado, es un acompañamiento ideal para muchas carnes.

Las tradicionales mermeladas, los zumos y los helados son otra buena opción para ingerir fruta de una forma distinta. Pueden ser muy útiles para acercar este alimento a los niños.

El caqui troceado resulta muy decorativo en platos de cuidada elaboración. Muchos restauradores han descubierto sus posibilidades y lo están acercando al público más atrevido en cuanto a nuevos sabores se refiere.

martes, 22 de mayo de 2007

Arroz con leche (Sri Lanka)

El pukkai, o arroz con leche, es comida obligada que se ofrenda ritualmente en Sri Lanka. Debe tener una consistencia gomosa, por eso se aconseja usar cualquier variedad de arroz que se ablande y se vuelva pastosa durante la cocción. En esta receta pueden usarse las llamadas judías moong secas y sin cáscaras. Se trata de unas judías asiáticas cuyo nombre científico es phaseolus mungu. Pero su eso es facultativo.

Ingredientes para 10 personas

4 tazas de leche
1½ tazas de arroz
¼ de taza de judías moong
2 ramitas de canela
3 cardamomos
½ taza de dátiles picados
1 plátano
¾ de taza de azúcar moreno

Preparación

Poner el arroz en una cacerola grande con la leche, las judías, la canela y el cardamomo a fuego mediano.
Llevar a ebullición sin dejar de remover.
Reducir el fuego y seguir removiendo, hasta que la mezcla se espese. Si es necesario, añadir mas leche hasta que se consiga una pasta con una consistencia parecida al flan.
Tapar y dejar reposar 20 minutos.
Añadir los dátiles, el plátano cortado en rodajas y el azúcar.
Tapar y dejar reposar 20 minutos más.
Este plato se sirve tibio

viernes, 18 de mayo de 2007

Espirales a la crema de espárragos

INGREDIENTES:

400 gramos de espirales
250 gramos de queso Philadelphia
300 gramos de esparragos frescos (Blancos o Verdes)
1 decilitro de leche
100 gramos de jamon cocido en una rodaja
1 ramito de cebollino
Aceite, sal y pimienta.

PREPARACION:

Cortar los esparragos, una vez pelados, a trozos de unos 2 centimetros, cocerlos durante 5 minutos, rehogar los esparragos con una cucharada de aceite de oliva junto con el cebollino, salpimentar al gusto y anadir la leche, cuando este caliente agregar el queso philadelphia, mezclar hasta que que quede una crema. Hervir la pasta hasta que este al dente, escurrir, colocar en una fuente de servir, agregar la crema obtenida junto con el jamon cortado a daditos. Servir bien caliente.

miércoles, 16 de mayo de 2007

Langostinos a la plancha

Ingredientes :

1k de lanostinos crudos (a ser posibles abrirlos por la mitad)
sal gorda
aceite de oliva
5-6 dientes de ajos muy picaditos
1-2 gindillas( cayena)
Zumo de un limon y la misma cantidad del zumo en vino (usar un buen vino fino)

Elaboracion:

Ponemos hacer los langostinos ala plancha con su buena base de sal gorda, en una sarten ponemos abundante aceite y freimos los ajos con las guindillas, cuando esten doraditos le añadimos el zumo del limon y el vino , y lo dejamos que se evapore el vino y quede como una salsa, ponemos los langostinos en una fuente y la salsa la hechamos en lo alto, y listo para comer,(os recomiendo una buena barra de pan para hacer sopones a la salsa).

viernes, 11 de mayo de 2007

Patatas bravas

Ingredientes:

4 patatas medianas de excelente calidad
sal.
5 decilitros de aceite de oliva.
Para la salsa:
6 cucharadas de salsa de tomate
6 cucharadas de buena mahonesa
2 cucharadas soperas de mostaza clásica
4 gotas de tabasco.

Elaboración:

Pelar las patatas y partirlas en cuadros medianos. Lanzarlas al aceite cuando éste ya esté caliente y freírlas con el aceite templado primero, para terminar haciéndolo con el aceite muy caliente consiguiendo que se doren.
Escurrirlas y espolvorearlas con sal al gusto. Mezclar, a parte, el tomate, preferiblemente caliente, con la mostaza y el tabasco, mezclándolos hasta conseguir una emulsión perfecta. A parte, mezclar la mahonesa con el resto del tabasco hasta conseguir, también, una emulsión perfecta. Verter las salsas por encima de las patatas en dos hileras, intentando no mezclar los dos sabores.

miércoles, 9 de mayo de 2007

Cómo quitarle calorías a tus comidas sin eliminar sabor (4)

Cómo aligerar los postres
Los más golosos sabrán la tortura que supone excluir el postre del menú. Y la mayoría de regímenes lo suprime, salvo las frutas, que suelen comer entre horas. Aquí van algunos trucos para seguir dándole a tu cocina un toque dulce sin preocuparte por los kilos de más.

  1. Los postres más ligeros son los que no llevan (o reducen) harinas, aceites, margarina, mantequilla, licores, nata y azúcar. Es posible elaborar mousses, compotas, macedonias, helados, sorbetes, cremas, flanes, natillas o suflés eliminando o sustituyendo estos ingredientes.
  2. Olvídate del azúcar o la miel. Recurre a edulcorantes, pero que sirvan para cocinar. Graciela Bajraj recuerda que "la sacarina en polvo no permite la cocción, por eso hay que optar por la líquida o en pastillas".
  3. La fruta fresca es otra gran aliada para rebajar las calorías de los dulces: los frutos rojos, por ejemplo, tienen mucho sabor y son muy ligeros. Aprovecha también las propiedades de los cítricos, el kiwi, la manzana, la piña, la pera, el melón, la sandía, los albaricoques y el melocotón. Olvídate del plátano, el coco, los higos y las uvas. También debes reducir o eliminar la cantidad de frutos secos de la receta. López Criado nos propone dos postres con fruta muy bajos en calorías: macedonia de fruta con zumo de naranja o fresas con yogur edulcorado en vez de con nata. "Son postres con los que se te llena la vista y muy saciantes", explica.
  4. Utiliza siempre lácteos desnatados y chocolate puro y sin azúcar.
  5. No olvides aromatizar: la vainilla, la canela, el café, la menta, la cáscara de limón... son ingredientes que te ayudan a potenciar sabores sin aumentar las calorías.
  6. Para aglutinar ingredientes solemos recurrir a la yema de huevo o la nata: utiliza gelatina (0 calorías), las claras del huevo o helado ligero para bajar la carga energética del postre.

No te desanimes
Estar a dieta no es fácil, así que ten presente que no puedes perder todo lo que te sobra en una semana. El dietista Manuel Moñino asegura que "con un plan de adelgazamiento asumible, conducido por un dietista-nutricionista podremos llegar a objetivos sensatos, pero no debemos olvidar que la mejor manera de perder peso es no ganarlo. Hemos de cuidar nuestra alimentación día a día, siendo estrictos, pero sin obsesionarse".

Efectivamente, la constancia en estos casos es nuestra mayor aliada. Pero es importante darse un pequeño respiro en determinados momentos que nosotros elegiremos cuidadosamente. Ese capricho se convertirá en un premio simbólico para nuestra fuerza de voluntad. Porque, recuerda, la mejor recompensa llega al final de la dieta: vernos tal y como queremos estar y disfrutando de una salud envidiable.

lunes, 7 de mayo de 2007

Como quitarle calorías a tu comida sin quitarle sabor (3)

Invitar y picar
¿Qué hacer cuando estamos a dieta y tenemos invitados en casa? Normalmente se hacen dos comidas, y no disfrutamos de la velada por la envidia que nos produce el resto de comensales; o se hace un solo menú hipercalórico y nos sentimos culpables al día siguiente. Os proponemos la siguiente alternativa ligera:

Como entrantes, Graciela Bajraj nos aconseja tener siempre en la nevera bastoncitos de zanahoria, apio o hinojo, cortados y listos para morder, que se untan en queso desnatado o requesón, aromatizado con hierbas y rabanito o cebolla rallada. Además, es una solución excelente para matar el gusanillo a diario, cuando tengamos ganas de picar algo. Otra opción son los rollitos de jamón rellenos de requesón con pimienta y cebolla picada.

También podemos preparar bocadillitos rellenos de alimentos bajos en calorías (salchichas de pavo a la parrilla, verduras al horno, queso blanco y pavo) y aderezados con especias. "Yo recomiendo usar baguettes, también si un día nos apetece un bocadillo. Al quitar la miga, da la impresión de comer algo inmenso y en realidad es poca cantidad de pan", aconseja la autora de DIETario, María Jesús López Criado. Graciela Bajraj, por su parte, nos anima a recurrir a los escabeches. "Una carne en escabeche sin demasiado aceite y con bastante vinagre y limón es un plato excelente, incluso con invitados en casa: se puede escabechar lomo de cerdo, pollo o perdices".

Por su parte, las ensaladas son el plato perfecto para engañarnos a nosotros mismos. Siempre parecen ligeras, pero a veces los ingredientes no lo son tanto y más si tenemos invitados a los que impresionar (quesos, frutos secos, embutidos). "Los pepinillos, las cebolletas y las alcaparras pueden dar la alegría que le falta a la recurrente ensalada verde", apunta María Jesús López Criado. Graciela Bajraj también nos anima a añadir surimi (palitos de mar o de cangrejo) a las ensaladas. "Dan mucho sabor y tienen pocas calorías".

jueves, 3 de mayo de 2007

Cómo reducir calorías a tu comida sin eliminar sabor (2)

Cómo reducir la grasa
La teoría es sencilla: lo complicado es la práctica. Y es que la comida de régimen, por lo general, es aburrida e insípida. La grasa es, efectivamente, lo que le da sabor a los alimentos, o se lo potencia, por eso, cuando ésta desaparece, los platos pierden gran parte de su encanto. El especialista en nutrición Manuel Moñino insiste: "deben primar las técnicas culinarias que requieran poca grasa de adición". Aquí tenemos nuestros principales aliados en estos duros meses de guerra contra la báscula: vapor, plancha, horno, microondas y papillote.

María Jesús López Criado, autora de la agenda para adelgazar DIETario, considera muy importante "hacer una buena inversión en sartenes antiadherentes de calidad". Tanto las planchas de cocina como este tipo de sartenes nos permiten cocinar sin una sola gota de aceite: huevos, carnes, verduras, pescados, mariscos... "Otra inversión estupenda es el pulverizador de aceite, para las ensaladas o engrasar las planchas". Se trata de un spray que ya se puede adquirir en numerosas tiendas de accesorios de cocina, que nos permite rociar y no verter el aceite en la ensalada, distribuyéndolo de manera uniforme sin excedernos con la cantidad. Otra opción es engrasar las sartenes con pinceles de silicona.

Graciela Bajraj, gastrónoma, cocinera y autora de libros como Recetas para dietas, nos recomienda sistemas como el microondas o el vapor. "Uno puede hacer una gran cantidad de cosas en el microondas. Por ejemplo, algo tan calórico como la salsa de tomate. Se pone en el microondas tomate triturado, ajo, laurel, orégano, hierbas, sacarina y sal, y se deja cocinar dos o tres minutos. Luego añadimos unas gotas de aceite crudo y listo".

Guarniciones y salsas
Ambos elementos suelen estar excluidos de los regímenes hipocalóricos: "ver el filete o el pescado a la plancha solo en el plato es lo que desmoraliza", confiesa López Criado, que confiesa haber hecho dietas durante toda su vida. "Una cebolla y un pimiento al horno se convierte en una excelente guarnición", explica. Efectivamente, las verduras a la parrilla o asadas son tremendamente sanas y aromáticas, acompañan perfectamente cualquier plato y sacian mucho el apetito.

¡Qué aburridas parecen las lentejas o las alubias sin el embutido que le da tanto sabor! López Criado apuesta por recurrir también a combinaciones de verduras que ofrecen sabores intensos a los guisos: pimientos, cebolla, ajo..."Son sabrosas, evitas meter calorías y aprovechas las proteínas de las legumbres".

Las salsas, obviamente, son pecado mortal si estás a dieta. Pero, como en todo, siempre hay trucos. Aparte de tener bien presente el microondas para cocer las salsas, López Criado anima a recurrir a los picantes. "A veces, al rebajar la grasa de la salsa, parece que ésta queda sosa. El picante, con moderación, le añade sabor y da la sensación de que está muy bien aderezada".